sábado, 20 de octubre de 2018

Evolución

El traje de la mujer istmeña llena todas las necesidades que la mujer pueda satisfacer a lo largo de su vida: en el interior de su casa, mientras realiza su trabajo diario; cuando va al mercado a vender o hacer su mandado. Si tiene que ir al templo, sea asistir a un entierro o aun matrimonio o a cualquier acto piadoso, la forma de vestirse nos indica a que acto asiste.

Sin embargo, no siempre fue así, pues el traje del istmo ha sufrido grandes transformaciones con el paso del tiempo, un ejemplo de ello es que en un principio las mujeres utilizaban el traje descalzas, después comenzaron a utilizar huaraches y por último y lo que todavía ocupan son zapatillas negras de tacón alto para poder lucir más elegantes y portar con muchas más elegancia este hermoso traje.

Uno de los primeros trajes del istmo fue la Rabona, el cual es un traje confeccionado con telas suaves que dan solturas y libertad de movimiento, éste traje consta de una enagua con olán del mismo color y la misma tela.

Para las ocasiones especiales según la comunidad de donde se ocupen ya sean fiestas patronales u otras festividades, acostumbran a ocupar el traje de terciopelo negro con bordados a mano o de costuras estos bordados son de flores de distintos colores, llamado “Traje de Gala

De hecho, los istmeños tienen una fiesta especial (de gala) en donde ocupan el traje completo de terciopelo: el huipil, la falda o como ellos la conocen enaguas, y el resplandor, para poder lucir con elegancia este hermoso traje.

En cambio, las novias ocupan un traje blanco con adornos del mismo color ya sea con hilos, listones o aplicaciones de flores naturales o artificiales.

Las mujeres que están de luto ocupan un traje negro con toques de listones blancos y negros, con este traje no se utilizan las alhajas tradicionales si no cuentas de color negro ensartadas en un hilo con un collar o cruz del mismo material, además el huipil y falda, se utiliza un tápalo rectangular en tela negra y adornado con listones de seda negra.


Las mujeres del istmo tienen la costumbre de acudir a la iglesia con el resplandor el cual es una prenda tipo  blusa en donde deja al descubierto solo la cara de la mujer, cubriendo el cabello, los bordados del huipil y las joyas como forma de respeto para poder entrar a la iglesia.

El traje que ocupan “a diario” son huipiles y faldas con bordados realizados a máquina, ya que no necesitan verse tan elegantes como en una fiesta.

Cabe destacar que, en contra de lo que se cree, en el istmo el traje no señala la división de clases sociales, pues todas las mujeres visten con el mismo traje sin importar su clase social.

Fuente: Entrevista realizada a una mujer istmeña, 22 de Octubre del 2018.

2 comentarios:

  1. Me encantó tu trabajo, la información es muy completa

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  2. Muy buena información, pude conocer un poco más de esta región tan hermosa, sobre todo porque no conocia que usaban un traje distinto de acuerdo a la ocasión muchas gracias por la información.

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