jueves, 25 de octubre de 2018

Traje Tradicional del Istmo: "Las Tehuanas"

El traje de tehuana es originario del Istmo de Tehuantepec, que se ubica en los estados de Oaxaca y Chiapas los pueblos donde más se utiliza este traje son Juchitán, Tehuantepec, San Blas Atempa, Salina Cruz, Ixtepec, Tuxtepec, San Mateo del Mar, Santa Maria Xadani, etc... Sin lugar a dudas el Traje de Tehuana es un icono de México y una de las tradiciones más hermosas del mundo.

Las mujeres zapotecas del Istmo de Tehuantepec, y particularmente las de Ixtepec, portan con garbo la ropa típica regional que las identifica de otras culturas. La vestimenta de la mujer zapoteca varía de acuerdo con cada momento social; así tenemos vestimenta típica para bodas, velas, misas, sepelios, de luto, uso cotidiano y fiestas; se diseñan y se combinan para cada ocasión, siendo ésta última en la que nos enfocaremos, siendo el traje característico de las tan queridas "Tehuanas" .

 Entre los trajes regionales mexicanos, uno de los más conocidos y admirados por el mundo entero, es sin duda el de las mujeres de la etnia zapoteca que habitan en el Istmo de Tehuantepec. Este nace en Tehuantepec, Oaxaca. Tehuanas y juchitecas lo usan, sobre todo, en sus fiestas civiles y religiosas, por ello se dice que es un traje vivo. De esta manera, su vigencia es innegable, aún cuando ha sufrido numerosas modificaciones a través de los años. Tras la figura de la tehuana, ricamente ataviada con holanes de encaje, terciopelos y flores bordadas con hilos coloridos, existe un ser que atrae por el contexto geográfico que le da origen y por su fuerza vital, que proyecta en una bien definida personalidad. 




martes, 23 de octubre de 2018

Vestimenta

La ropa típica de las tehuanas está conformada por: un huipil (blusa de manga corta), una enagua (falda larga y ancha) que puede ser con o sin olán, una falda con olán hecha de la misma tela, y el refajo (falda blanca de popelina que se usa como fondo). Los cuatro complementados con una hermosa diversidad de joyería de oro: aretes, pulseras, esclavas, torzales, pectorales y ahogadores.
Tanto el huipil como la enagua se confeccionan con una gran variedad de colores y con un bello diseño de flores perfectamente matizado; dicho diseño se hace a base de hilo de seda (puede ser bordado a mano, tejido a mano con aguja de gancho o tejido en figuras de cadenillas mecánicamente) y se confeccionan en telas sobre todo suave ya sea de terciopelo, “raso”, “piel de ángel” o “piel de durazno” siendo las dos últimas las más suaves, ligeras y apropiadas al calor de la región que es de clima tropical.
La rabona fue el primer traje propio de la istmeña consta de dos piezas: el huipil y la enagua de olán; hecha de la tela del mismo color. La imaginación artística de las mujeres transforma la enagua haciendo que las dos partes de que se componen pudieran las siguientes diferencias: el olán se hizo de color blanco y plisado con almidón y la enagua propiamente tal fuera adornada con listones de colores, siendo la enagua de ricos brocados o tela más humilde y siempre de colores claros.
Existen 2 métodos principales para dar vida a éstos hermosos trajes:
  • Al hacer su aparición la máquina de coser “cadena” este instrumento pasó inmediatamente a formar parte del equipo para confeccionar esos trajes. Los listones de colores fueron sustituidos por grecas formados de diversos colores de hilo, siendo las más usuales el rojo, negro, el amarillo con los que se hacen verdaderos obras de arte de “cadena o cadenilla”.
  • El Tejido, la mujer istmeña se agencio de la aguja de gancho la que ensarto en la tela y formo con las cadenas propias de este instrumento, hermosos ramos de flores que fue colocando a discreción a su huipil y enagua.
Ambos estilos son fundamentales para dar origen a las combinaciones más fantásticas y peculiares de cada artista, donde predominan los colores  rojo, amarillo y negro. El tiempo de elaboración es de tres a cuatros meses y el precio varia dependiendo de que tan tupido este el traje, independientemente de que el diseño sea sencillo o lleno

Cabe destacar lo admirable que es la elegancia con que las mujeres istmeñas portan este traje regional: con gallardía y mucho orgullo.

sábado, 20 de octubre de 2018

Evolución

El traje de la mujer istmeña llena todas las necesidades que la mujer pueda satisfacer a lo largo de su vida: en el interior de su casa, mientras realiza su trabajo diario; cuando va al mercado a vender o hacer su mandado. Si tiene que ir al templo, sea asistir a un entierro o aun matrimonio o a cualquier acto piadoso, la forma de vestirse nos indica a que acto asiste.

Sin embargo, no siempre fue así, pues el traje del istmo ha sufrido grandes transformaciones con el paso del tiempo, un ejemplo de ello es que en un principio las mujeres utilizaban el traje descalzas, después comenzaron a utilizar huaraches y por último y lo que todavía ocupan son zapatillas negras de tacón alto para poder lucir más elegantes y portar con muchas más elegancia este hermoso traje.

Uno de los primeros trajes del istmo fue la Rabona, el cual es un traje confeccionado con telas suaves que dan solturas y libertad de movimiento, éste traje consta de una enagua con olán del mismo color y la misma tela.

Para las ocasiones especiales según la comunidad de donde se ocupen ya sean fiestas patronales u otras festividades, acostumbran a ocupar el traje de terciopelo negro con bordados a mano o de costuras estos bordados son de flores de distintos colores, llamado “Traje de Gala

De hecho, los istmeños tienen una fiesta especial (de gala) en donde ocupan el traje completo de terciopelo: el huipil, la falda o como ellos la conocen enaguas, y el resplandor, para poder lucir con elegancia este hermoso traje.

En cambio, las novias ocupan un traje blanco con adornos del mismo color ya sea con hilos, listones o aplicaciones de flores naturales o artificiales.

Las mujeres que están de luto ocupan un traje negro con toques de listones blancos y negros, con este traje no se utilizan las alhajas tradicionales si no cuentas de color negro ensartadas en un hilo con un collar o cruz del mismo material, además el huipil y falda, se utiliza un tápalo rectangular en tela negra y adornado con listones de seda negra.


Las mujeres del istmo tienen la costumbre de acudir a la iglesia con el resplandor el cual es una prenda tipo  blusa en donde deja al descubierto solo la cara de la mujer, cubriendo el cabello, los bordados del huipil y las joyas como forma de respeto para poder entrar a la iglesia.

El traje que ocupan “a diario” son huipiles y faldas con bordados realizados a máquina, ya que no necesitan verse tan elegantes como en una fiesta.

Cabe destacar que, en contra de lo que se cree, en el istmo el traje no señala la división de clases sociales, pues todas las mujeres visten con el mismo traje sin importar su clase social.

Fuente: Entrevista realizada a una mujer istmeña, 22 de Octubre del 2018.

viernes, 19 de octubre de 2018


HISTORIA

Con la llegada de los españoles, los cambios se dieron incluso en la ropa, pues la influencia extranjera  modificaba la vida cotidiana. Se dice que el origen de los bordados provienen del mantón de Manila (capital de la colonia española de Filipinas), pero ésta a su vez tuvo sus inicios en China, es por ello que podemos considerar que el traje es resultado de una combinación de culturas. 
La técnica de los bordados en seda fue retomada en Andalucía, donde estas alegorías se cambiaron por motivos florales, que son los que influyeron directamente la elaboración del traje de tehuana. Además de ello, se introdujeron los holanes provenientes de Holanda (de ahí el nombre), para darle mayor elegancia al traje.  




Esto no sólo sucedió en el caso de la indumentaria, pero con respecto a ésta se puede decir que aquellos elementos que se han adoptado, han contribuido al enriquecimiento del traje típico, el cual se convirtió en la segunda década del S. XX, en un ícono nacional. De hecho, la mayoría de los artistas plásticos de la primera mitad del S. XX, interpretaron en al menos una ocasión a la mujer istmeña.  

Ya en el siglo XX, principalmente desde 1920, la tehuana se convirtió en uno de los temas predilectos de pintores y escultores de México y el mundo. En la segunda década de dicho siglo, Saturnino Herrán pintó su cuadro ‘La Tehuana’, en el que aparece vestida de fiesta. También en los años 20, fue Diego Rivera quien la llevó al lienzo y a los muros, tras una visita a Tehuantepec. Rivera utilizó la imagen de la tehuana como un símbolo de lo mexicano. Él viajó al istmo en 1922, por orden de Vasconcelos después de su regreso de Europa y empezó a representarlas. A partir de ahí, más artistas también lo hicieron. Entre ellos, la fotógrafa italiana Tina Modotti, quien trabajó muy de cerca con los muralistas, en especial con Rivera.  

Foto hecha por Tina Modott
"Two Women from Tehuantepec"
En la serie de fotografías que realizó Tina Modotti en 1929, al viajar al Istmo, nos presenta escenas cotidianas, en las que muestra a mujeres que se ganan la vida trabajando. En ellas vemos el ambiente pobre que de alguna manera desmiente la exuberancia de la vida en el Istmo representada por la mayoría de los artistas de ese momento. En este sentido, su serie de Tehuanas la ubicamos en el marco de la cotidianidad más allá del interés por su belleza o sensualidad como se hizo en general en las representaciones de la época en otros campos del arte como la pintura, enfatizando así el papel de la mujer tehuana como trabajadora y líder de la sociedad.  
 


 


El etnólogo Walter Scott, activo en México de 1904 a 1920, también registró a las tehuanas pero de una forma más cálida y expresiva.  Y por su parte, ‘Foto Estudio Jiménez’, de Juchitán, ha dejado uno de los mejores registros de la indumentaria local.  Sus trabajos comprenden desde los primeros años de la década de los treinta hasta los últimos de los cuarenta. Estos trabajos dan cuenta de las transformaciones de la indumentaria istmeña. 
El traje llamó tanto la atención de la sociedad que figuró en el billete de diez pesos emitido en el año de 1938, como parte de una política nacionalista de Lázaro Cárdenas. Fueron ellas, las tehuanas, las que con sus huipiles, faldas y ahogadores hicieron que las voltearan a ver. Serguéi Eisenstein, cineasta ruso, por ejemplo, fue atraído por la belleza y pintoresca actitud de la Sandunga. 



Los textiles que envuelven a estas mujeres son especiales: el huipil es de procedencia prehispánica, el enredo se usó desde el siglo XIX y las faldas se han confeccionado con distintos materiales importados, al igual que el holán de procedencia europea.
 

jueves, 18 de octubre de 2018

FUENTES LITOGRÁFICAS

Yeri. (2014). Vestimenta Tipicos Del Istmo De Tehuantepec. 23 de Octubre del 2018, recuperado de Blogguer Sitio web: http://vestimentastipicosdelistmo.blogspot.com/

Rodriguez Francisco. (2015). El traje regional del Istmo de Tehuantepec. 23 de Octubre del 2018, recuperado de Contraste "El arte de comunicar" Sitio web: http://www.noticiasencontraste.com/el-traje-regional-del-istmo-de-tehuantepec/

Ferrant Misty. (2017). SOBRE EL TRAJE DE LA TEHUANA. 23 de Octubre del 2018, recuperado de Amanoarte Sitio web: http://amanoarte.org/sobre-el-traje-de-la-tehuana/

Escobedo Hugo. (2017). Traje típico de tehuana, Oaxaca. 23 de Octubre del 2018, recuperado de México Lindo Y Querido Sitio web: http://mexicolindoyquerido.com.mx/mexico2/atractivos-turisticos/119-tradiciones-de-mexico/2977-traje-tipico-de-tehuana-oaxaca

Becerra de la Cruz Gilda (2013) EL TRAJE DE TEHUANA: Su transformación y representación en el arte. 24 de octubre del 2018, recuperado del Blogguer Sitio Web: http://comitemelendre.blogspot.com/2013/01/el-traje-de-tehuana-su-transformacion-y.html?m=1

FUENTES BIBLIOGRÁFICAS

Rodríguez Sergio Antonio, publicado el 24 de Febrero del 2018 en la revista "ARTES DE MÉXICO", Artículo La Tehuana, Sección Cultura Y Entretenimiento, página 24

FUENTES VÍRGENES

Entrevista realizada a Mendoza Rosado Lorenza, orgullosa mujer istmeña del estado de Oaxaca, 22 de Octubre del 2018